Ella, mi gran pava, la amo más que a nada. Es la que siempre me saca una sonrisa, la que cuando tengo ganas de llorar intenta hacerme reír o si no llora conmigo. La que me ayuda con todo, la que se preocupa de mí, la que me come a besos y me da abrazos hasta asfixiarme.
A la que le cuento todo, y aun así me parece que confío poco en ella.
La que me aguanta día a día, aguanta que le pegue, insulte (cariñosamente) y me ponga borde, porque ella aun así me comerá a besos.
A la que nunca le he dicho en persona que la quiero, pero ya sabe que no soy nada cariño, pero aun sabe que si que la quiero, y que sin ella nada de nada.
Sí, se llama Claudia Sánchez y la quiero (L)
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