Yo no soy nada si tú no eres mi todo


¿Oyes eso? Sí eso, mi corazón latiendo, el sonido de mi sonrisa, el sonido de mis risas y mis carcajadas. Hacía tiempo que ya no se oía eso en mí, hacía mucho que nadie me hacia sonreír, que nadie conseguía sacar palabras bonitas de mi boca. Y ahora todo ha cambiado, has hecho que el sonido de mis lágrimas se convierta en risas, que mis “déjame, no me pasa nada” se conviertan en sonrisas y en “estoy completamente feliz”.  Que ya no es un “no, no tengo ganas de salir” es un “vamos a comernos el mundo”.  Antes era un “no, voy yo sola” ahora es un “o contigo o no voy”.