- Te odio, eres insoportable, deja de reírte de mí. ¡Desaparece!
- Vale, si me lo dices así, me iré...
- Espera... ¡No!
- No ¿qué?
- Que no te vayas...
- Pero si me lo has pedido tú, y además, me odias...
- Sabes que no te odio, que te quiero, que no te soporto, pero te necesito, que me molesta que te rías de mí, pero a la vez me encanta porque demuestras que me prestas atención, y quiero que desaparezcas, pero...
- Pero ¿qué?
- Pero que desaparezcas conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario