Cansarme hasta de mí...
Me cansé de mí, de mis pensamientos, me cansé de llorar para
sentirme bien, me cansé de pensar que vendrán tiempos mejores, me cansé de
sonreír y decir "Estoy bien". Me cansé de poner el mismo CD cada vez
cuando pienso en ti, me cansé de tener que ser yo la que inicia la
conversación, me cansé de preguntarte que te pasa, me cansé de tu indiferencia,
de tu rechazo. Me cansé de caminar por las mismas calles, el mismo colectivo;
el mismo tren, los mismos asientos, los mismos caminos; la misma gente; la
misma rutina. Me cansé de mi ropa, de mis complejos, me cansé de llorar, de
pensar, de sentir, me cansé de arruinar todo, de no iniciar nada. Sí, me canse
de todo lo que me rodea, pero es cuando me canso de mí que empiezo todo de
cero. Aprendí con el paso del tiempo a convivir con mi propio hartazgo, a remar
contra mi rutina, a luchar contra mis miedos y a evitar los errores. Hoy puedo
estar harta de mí misma, pero siempre te estaré observando. Porque aunque me
canse de mí, aún no encontré la fórmula para cansarme de ti.
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