-¿Me quieres? Contéstame con sinceridad por favor.
-No, respóndeme tú con sinceridad, ¿Lo dudas?
-Pues no tengo ni idea de si lo dudo. Con la cantidad de chicas que hay y la mayoría más guapas, inteligentes y perfectas que yo...
-No, creo que desde este momento ya no te quiero.
-¿Cómo?
-A ver, no es que no te quiera, es que no me veo en un futuro contigo.
-¡Anda! Eso es nuevo.
-El problema es que a mí me gustan las mujeres que se miran al espejo y veo que tú no lo haces muy a menudo.
-¡Tonto!
-¡Guapa!
-Subnormal.
-¡Princesa!
-Capullo.
-¡Preciosa!
-Gilipollas.
-Sí, ahora hablando en serio... Creo que gilipollas sí que soy.
-¿Por?
-Porque llevo enamorado de ti desde el momento que pasamos más de quince minutos juntos y todavía no te he dicho lo importante que eres para mí.
-Bueno, nunca es tarde para que un tonto, subnormal, capullo y gilipollas de mierda del que estás perdidamente enamorada te diga que te quiere.
-Te quiero.








Princesas, príncipes, sapos que se convierten en príncipes, hadas, animales parlantes...
A los niños, solo se les da una idea equivocada de lo que la vida es en realidad. Que si cuando te enamoras todo es perfecto con el príncipe azul, que si fueron felices y comieron perdices... que las hadas madrinas te ayudan cuando quieras y los animales que hablan, lo saben todo. 
A mí, cuando era pequeña, y como a todo el mundo, me contaban los típicos cuentos de la cenicienta, la bella durmiente, blancanieves, etc. En esa época claro, pensaba que todo era muy bonito, que los "príncipes" eran perfectos, que no tenían defectos y yo sería feliz y comería perdices.
Pero no, cuando me hice mayor, me di cuenta de que todo eso era una mentira, que sí, en el mundo real existen madrastras, brujas e hijas de p... pero no príncipes y princesas perfectos, que no todo iba a ser como yo pensaba cuando era pequeña, que el mundo me iba a joder una y otra vez, pero, una se acostumbra a todo... 
Acabas teniendo una vista negativa hacia el mundo, hacia las personas, hacia las cosas... pero, tienes que esforzarte, mirar todo con optimismo y disfrutar de la vida, que aun que digan que son dos días, es muy larga y más vale pasarla feliz, a pasarla jodida por todo.


¿Qué sería nuestra vida sin los buenos momentos?
A veces nuestra vida pierde el rumbo, perdemos el contacto con personas que queremos o simplemente olvidamos esas pequeñas cosas que nos hacían ser felices y disfrutar de esos buenos momentos, que por una parte, no se van nunca, sino que los dejamos apartados en algún rincón de nuestras almas y que aparecen sin previo aviso. Estos recuerdos, son necesarios para nuestra supervivencia ante un mundo, plagado de tristeza, rencor y maldad.
Entonces, es cuando te das cuenta de que tienes que disfrutar cada uno de los segundos que te da la vida, disfrutar al máximo; cantar, reír, soñar, amar pero sobre todo… tener amigos con los que disfrutar día a día.














+Yo creo que sí.

-Crees que sí... O lo estás, o no lo estás. Si yo estuviese enamorada no necesitaría media hora para pensarlo.
+Oye, que han sido 3 segundos...
- Ni 3 segundos ni nada. El amor no es algo que puedas poner en duda. Es una ola que se te lleva por delante; un puño que te deja "K.O."; un incendio que te abrasa por dentro...
+ Me estás dando un poco de miedo...
- Es que el verdadero amor debería a-co-jo-nar-nos. Debería destruirnos para resucitarnos después. Eso es para mí el amor. 


Hola Aitana, me llamo Josep Mascaró y tengo 102 años, soy un suertudo, suerte por haber nacido, como tú, por poder abrazar a mi mujer, por haber conocido a mis amigos, haberme despedido de ellos, por seguir aquí. Te preguntarás cual es la razón de venir a conocerte hoy, es que muchos te dirán que a quien se lo ocurre llegar en los tiempos que corren, que hay crisis, que no se puede... já esto te hará fuerte, yo viví momentos peores que este, pero al final, de lo único que te vas a acordar es de las cosas buenas. No te entretengas en tonterías que las hay y vete a buscar lo que te haga feliz que el tiempo corre muy deprisa. He vivido 102 años y te aseguro que lo único que no te va a gustar de la vida es que te va a parecer demasiado corta. Estás aquí para ser feliz.






Donde los dos éramos felices, donde solo existíamos tú y yo